Hay Navidad Navidad, ¡qué época más mala para mantener la línea y hacer una dieta equilibrada!
En esta época del año tan llena de amor, paz, felicidad y comida, nos saltamos todas las buenas reglas de una alimentación sana, como pueden ser: no cenar muy tarde, no mezclar proteínas e hidratos de carbono, no hacer cenas muy copiosas, y si lo van a ser, evitemos los alimentos pesados… Pues no. A nosotros nos ponen en la mesa: marisco, cordero asado, ensaladas, alguna fritura, bien de foie, una buena bandeja de turrones, mazapanes, bombones, guirlaches, frutas tropicales… y nosotros ¡lo comemos todo! ¡Qué no dejamos ni para el perro! Y ya no vamos a incluir ni vino, espumosos, copas y licores…
Si comemos así, todos y cada uno de nosotros, ¿A alguien le extraña que en Navidad sea la época donde más alergias alimentarias se descubren?
Debemos diferenciar entre intolerancias alimentarias y alergias alimentarias, las primeras afectan al metabolismo del cuerpo, es decir, por que falta un enzima que deba digerir cierto compuesto de un alimento por ejemplo, como pueden ser los intolerantes a la lactosa por falta de lacatasa.
Mientras que las alergias a algún alimento son desencadenadas por el sistema inmunológico del cuerpo, ya que algún alimento o componente de éste pone en alerta al sistema inmunitario y desencadena una reacción alérgica en el cuerpo.
Estas Navidades, para que no os pase nada y podáis disfrutar todos, os voy a indicar cuales son las alergias alimentarias más comunes.
En niños por ejemplo son: huevos, leche, cacahuete, mariscos como camarón, cangrejo y langosta; soja, nueces y trigo.
En niños más mayores y adultos son por el contrario: Pescado, cacahuetes, mariscos y nueces. A sí que cuidado en Navidad si se prueban por primera vez algún marisco nuevo, o algún postre con cacahuete o nueces, ya que en las alergias, a diferencia de las intolerancias, una mínima cantidad de compuesto alérgeno puede desencadenar una fuerte reacción.
Los aditivos de los alimentos, como son los colorantes, espesantes, conservantes… rara vez causan alergias o intolerancias alimentarias, pero por el contrario, ciertas frutas y verduras pueden causar una alergia en la boca y la lengua cuando se comen frescas. Este tipo de alergias si que se dan con frecuencia en Navidad, ya que en vez de una cata de piña, habla que te habla, te puedes comer 2 o 3, si eres un apasionado de las frutas tropicales, puedes acabar con la lengua como una alpargata.
¿Sabéis a que se debe esto? A que estos alimentos contienen sustancias similares a ciertos pólenes.
Las intolerancias alimetarias sorprenden menos en Navidad, porque suelen revelarse desde edades tempranas y ya cada uno sabe lo que puede y no puede comer.