El café es un gran estimulante que nos gusta tomarlo por las mañanas
para estar activos y poder sobrellevar las tareas que nos aguardan a lo
largo del día. Lo que se desconoce son sus grandes propiedades para la
piel.
La cafeína a nivel tópico es estimulante, activa la circulación
sanguínea, es desintoxicante y diurética. Todos estos beneficios han
hecho del café el aliado perfecto para numerosos tratamientos estéticos,
como la mesoterapia, y para la confección de cosméticos quemagrasas,
reductores y anticelulíticos.
En casa podemos hacer un sencillo remedio con los restos del café del desayuno.
Ingredientes
4 cucharadas de posos de café
2 cucharadas de harina de avena
Hacer una pasta con los posos y la harina de avena y aplicarla con un
masaje circular por toda la zona afectada. Dejar hasta que se seque y
limpiar con agua tibia.