Cuando un guiso lo tengáis casi acabado, siempre debéis probarlo para
rectificar la sal y las especies; ¿qué hacer si el guiso está salado?
Muy fácil, añadir unos trozos de patata cortada de forma rústica. Es decir, chascados o medio rotos para que nos suelte mejor el almidón de la patata. Los teneis hirviendo hasta que la patata este cocida.
Si
queréis podéis mantener la patata añadida en el guiso o bien retirarlo.
La patata absorve muy bien la sal, y os bajará su contenido de forma
significativa, pero nunca os lo dejará soso.
¡¡Probadlo!!