La celulitis afecta a la gran mayoría de las mujeres, indistintamente
de la edad y el peso que tengan. Suele localizarse principalmente en
muslos, nalgas y caderas, rodillas y vientre. Las causas de su aparición
pueden ser genéticas u hormonales, pero también influye tener
una vida sedentaria o una mala alimentación. La celulitis es una
acumulación de agua, grasa y toxinas, y la conocida como “piel de
naranja”, provoca una alteración de la circulación y el deterioro de la
elasticidad de la piel. Por eso una dieta adecuada te puede ayudar a
evitar la retención de líquidos y grasa.
La solución no es comer menos ni pasar hambre sino de modificar los
hábitos e ingerir alimentos saludables, gracias a una dieta que incluya
las cantidades necesarias de nutrientes pero con pocas grasas. También
debes limitar el consumo de sal y beber agua, ya que es la manera más
efectiva de evitar la retención de líquidos, una de las causas de la
celulitis.
Es aconsejable tomar a menudo los siguientes alimentos: cereales
integrales; verduras como el pepino, el maíz, zanahorias, guisantes,
espinacas, y berros; legumbres; frutas como la piña, las uvas y la
sandía; el miso; los frutos secos; las algas; y las semillas de
calabaza.
Por el contrario es necesario moderar el consumo de: azúcares y
bollería; refrescos; productos lácteos; sal; salsas; carnes rojas;
alcohol; conservas y precocinados.
Incorporar a tu estilo de vida unos sencillos hábitos saludables te ayudarán a estar y sentirte mejor:
– Bebe de un litro y medio a dos litros de agua al día.
– Haz tres comidas y dos tentempiés al día, y evita picar entre horas.
– Elimina totalmente los azúcares y reduce el consumo de estimulantes con el café, el té y las bebidas con cafeína.
– Toma preferiblemente alimentos cocinados a la plancha, al horno o al vapor.
– Reduce la ingesta de grasas y fritos.
– Haz ejercicio de forma regular.
– Disfruta de un ritmo de vida más tranquilo y relajado (sobretodo a la hora de comer).
– La ropa ajustada y los tacones altos dificultan la circulación sanguínea.
Y recuerda que no es recomendable realizar cambios radicales en tu
dieta. Las dietas que alteran por completo los hábitos alimenticios no
suelen seguirse durante mucho tiempo. Además, los frecuentes cambios de
peso favorecen la celulitis.